Más allá de los problemas de comercialización que se han acentuado este año, desde el sector arrocero atribuyen a los costos de producción cada vez más alto la compleja situación por la que atraviesan los productores de todo el país y en particular de la región.
Las lluvias llevan a que el laboreo de las tierras se esté haciendo muy tarde, factor que suma un nuevo problema.
“Viene un achique grande por un motivo principal: el económico. La cuenta no da. Por otro lado, la falta de negocios está haciendo que los recursos para el laboreo y siembra salgan tarde. A eso hay que sumarle que en esta zona julio y agosto fueron unos meses muy llovedores donde prácticamente no hubo días de trabajo” dijo Juan Miguel Silva Bonavoglia.
Los primeros movimientos de tierra se están haciendo prácticamente ingresando a la segunda quincena de septiembre lo que seguramente llevará a que el comienzo de la siembre se haga en forma tardía. “Deberíamos estar prontos para comenzar a plantar el 25 de septiembre y es difícil que lleguemos” añadió.
“Como disponemos de pocos recursos hay que cuidarlos” señaló. “Si viene llovedor la cosa será más lenta”.